DIALOGOS ENTRE LA COCAROLA Y LA COCACHOLA #3 - HABITAR LA VERDAD
Desierto de Fiambalá. Argentina. 1550 msnm
Un enano medio idiotizado, con una
máscara de cuero de piel humana revolea una motosierra encendida en el aire.
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Cocarola: Hay gente que se cree dueña de la verdad pero de pedo puede pagar
el alquiler.
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Cocachola: Ya está caro habitar la verdad que mejor ni hablar de ser propietario
¿No?
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Cocarola: Un día quise hacer una usucapión de una. Durante veinte años la
cuidé, los fines de semana me iba a tomar mates en el ombú que había ahí. Tenia
todo, pero todo lo necesario para ser el dueño, pero me fue imposible hallar al
titular registral y nunca pude avanzar. Pero un día la Provincia expropió todo
y construyó un casino. Si allí hubo verdad o hubo dueño nunca lo voy saber. Si poseí
alguna certeza se la llevó el poder.
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Cocachola: Por ahí mejor, qué quiere que le diga. Yo no sé que es la verdad
menos sabría como ser dueña. Pero bueno, ahí tiene usted a una sarta de pelotudos
que se creen dueños de la verdad y andan refregando SU verdad a todos los demás
como si no hubiera otra en el mundo. Verdades parquizadas, con amenities y club
house para tomarse un lemoncello a la tardecita luego de torneo de tenis de
la vecinal.
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Cocarola Bueno, supongo que deben tener banca para sostener tanta arrogancia
¿No?
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Cocachola Son imbancables más bien. Usualmente son gente que detentan una
miserable cuota de poder y tratan de ejercerla para satisfacer goces concupiscentes.
Te forrean y por la noche gozan recordando cómo te forrearon.
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Cocarola Y pa colmo un toque perversos. Pero pienso que antes, más o menos
todos morábamos verdades, no le digo cosas de valor absoluto, sino verdades de
consensos. Y póngale que ahí si estamos de acuerdo que habitábamos algunas
verdades comunitarias que compartíamos como sociedad. Un barrio de certeza que
nos unía.
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Cocachola Hoy ese lugar es un country, un barrio cerrado, un desarrollo
inmobiliario, un gueto de autosegregados. Fuera de eso está la incertidumbre.
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Cocarola La verdad no es una revelación, se adquiere con compartiendo las expensas
con los que pueden pagar.
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Cocachola Hoy nadie sabe qué es la verdad y habitan en lugares con forma de
verdad, pero cuando los hechos llegan con la orden de desalojo ya es tarde. Los
moradores se han ido a habitar algo mejor, más propicio a los nuevos tiempos.
Nunca han sido dueños de una verdad solamente se fueron a pagar otra por ahí.
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Cocarola: Si, y luego, si alguien les enrostra que habitaban una verdad fingen
demencia y dirán que jamás habitaron en ese lugar porque ese lugar no era una
verdad y que si hubieran sabido antes que no era una verdad jamás hubiera estado
ahí. Por eso nadie quiere hacerse cargo de lo que alguna vez habitaron en la
vida. Manga de hipócritas.
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Cocarola: Mejor ser okupas de nuestras
verdades. Que me desaloje Kant.
El enano totalmente
idiotizado, tropieza con un fósil de amonita, cae sobre la motosierra que lo
parte en dos medias reses.
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